El movimiento pasado está relacionado con la llamada placa de Cocos, afirma Carlos Valdez
Jueves 22 de marzo de 2012, p. 22
El sismo del pasado martes es uno de los movimientos telúricos grandes
que los expertos aguardaban desde hace tiempo, pero aún podría ocurrir otro de entre 7.5 y 7.7 grados cuyo epicentro sería la brecha de Guerrero, ya que en dicha zona no ha habido un temblor de estas características desde 1911, y aproximadamente cada 100 años las placas tectónicas liberan fuerza acumulada al chocar entre sí, señaló Carlos Valdez, jefe del Servicio Sismológico Nacional.
En entrevista con La Jornada, el funcionario explicó que el temblor de hace dos días está relacionado con el proceso de subducción de la llamada placa de Cocos por debajo de la norteamericana, cuya zona principal de afectación se encuentra en seis estados del Pacífico mexicano.
El sismo, agregó, fue similar a otros ocurridos en la brecha Guerrero-Oaxaca y luego de revisar nuevos cálculos y parámetros, su intensidad fue fijada en 7.4 grados en la escala de Richter. Desde el mediodía del martes se han registrado al menos 56 réplicas de más de 4 grados –la mayor fue de 5.3– y ocurrirá movimientos menores en los días siguientes, como parte del proceso normal de recicatrización del área de ruptura.
De acuerdo con el especialista, el temblor en cuestión fue uno de los movimientos de gran magnitud que los sismólogos ya esperaban, aunque advirtió que en la brecha de Guerrero –ubicada entre Acapulco, Petatlán e Ixtapa Zihuatanejo– podría ocurrir un nuevo fenómeno de grandes dimensiones, en una fecha que teóricamente se acerca cada vez más.
En esta brecha sísmica no se ha presentado un sismo importante desde diciembre de 1911, y aunque no se puede predecir la fecha de ocurrencia, aproximadamente cada 100 años las placas tectónicas liberan la fuerza acumulada
al momento de chocar entre sí, indicó.
Valdez agregó que ese sismo podría alcanzar una magnitud de entre 7.5 y 7.7 grados, y según cálculos de los expertos en el tema, hay 85 por ciento de probabilidades de que ocurra en la próxima década. Es un temblor cercano, pero puede ser dentro de una semana o de 10 años; por eso quisiéramos que la gente reflexione sobre las medidas que hay que tomar en estos casos
.
La importancia de la planeación, subrayó, es que los movimientos telúricos de grandes dimensiones tienen una capacidad destructiva que puede rebasar hasta a los países como Japón, donde existen los recursos económicos, el talento y la capacidad más alta para enfrentarlos, y de todas maneras pueden resultar devastados, como ocurrió con el sismo de 9 grados del 11 de marzo de 2011.
Hay que prepararnos ante el posible sismo de la brecha de Guerrero. En vez de buscar chamanes, debemos considerar qué capacidad tenemos ahora, qué efectos podría tener y trabajar de cara a ello
, recalcó.
Aunque hay muchos aspectos por mejorar, el especialista aseveró que en años recientes se ha avanzado en la preparación de la gente en materia de protección civil
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