Trombosis venosa profunda, mal que más aqueja a usuarios del aeropuerto capitalino
Ataca principalmente a personas mayores de 50 años y que viajan más de ocho horas seguidas
César Arellano
Periódico La Jornada
Jueves 20 de diciembre de 2012, p. 38
Jueves 20 de diciembre de 2012, p. 38
Al año se reportan en promedio cinco mil casos de trombosis venosa profunda en usuarios del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), principalmente en mayores de 50 años, que viajan más de ocho horas, señaló Jorge Baruch Díaz Ramírez, responsable de la clínica del viajero, de la UNAM, que se ubica en la Terminal 2 del aeropuerto capitalino.
El especialista dijo que este padecimiento se presenta en los pasajeros que permanecen sentados, con las piernas inmóviles y dobladas por más de ocho horas en un mismo avión. “El aire de la cabina los deshidrata. Si consumen alguna bebida con alcohol o cafeína entonces se deshidratan más; esto hace que la sangre comience a estancarse –coagularse– en las pantorrillas. Esos coágulos, cuando empiezan a liberarse, llegan a provocar embolias pulmonares o cerebrales”.
Expresó que la enfermedad, conocida también como el síndrome de la clase turista, se presenta principalmente en personas mayores de 50 años que padecen algún problema vascular, como diabetes o hipertensión, e incluso que han sufrido infartos o que tienen trigliceridos altos.
Manifestó que aunque la trombosis venosa se manifiesta durante las primeras 72 horas posteriores al vuelo, en ocasiones se presenta dos o tres semanas después de que la persona descendió del avión.
Hay episodios agudos que se caracterizan por infartos o embolias pulmonares que son graves y que suceden durante el vuelo o después de salir de la aeronave.
El especialista abundó que tan sólo en el año pasado,
de acuerdo con estadísticas del AICM, se estima que sólo entre los viajeros del aeropuerto de la ciudad de México hubo aproximadamente cinco mil casos de trombosis venosa relacionados con el vuelo.
Al respecto, Díaz Ramírez dijo que es importante tomar medidas preventivas, entre ellas que los pasajeros se mantengan bien hidratados durante el vuelo.
Se les recomienda tomar un vaso de agua por cada cuatro horas. Sentarse del lado del pasillo para que haga algunos ejercicios específicos, evitar dormir por periodos prolongados y acudir al baño al menos un par de veces.
Comentó que el próximo año, la Clínica de Atención Preventiva del Viajero (CAPV), que es una unidad mixta de servicio, investigación y docencia especializada en reducir y prevenir los riesgos a la salud relacionados con los viajes, colocarán en su portal un video con ejercicios para la población en riesgo de sufrir este tipo de padecimiento.
Por otra parte, informó que también entre los principales problemas de salud a los que están expuestos los pasajeros que viajan por periodos de horas prolongados es a las infecciones respiratorias, deshidratación y estrés.
Tal es el caso de Claudia Hernández quien sufrió deshidratación y agotamiento luego de viajar por más de 10 horas de Hamburgo a Londres, y de ahí a Madrid, donde tomó otro vuelo hasta la ciudad de México. Sin embargo, el avión de la línea Iberia en el que viajaba tuvo que hacer escala por más de 10 horas en Acapulco, debido a la suspensión de actividades aéreas en el AICM el pasado martes por un banco de niebla.
“El viaje fue todo un calvario. A todos nos bajaron y la tripulación se fue. Sólo nos dijeron que alguien de la aerolínea nos iba a contactar y que ya de ahí nos iban a dar viáticos y a ofrecer otros vuelos, lo cual nunca sucedió. Sólo nos dejaron ahí con todo y maletas. Todos los pasajeros estaban desesperados. Fue ya casi en la noche –explicó– cuando la misma línea aérea los trasladó a la ciudad
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