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sábado, 18 de junio de 2011

Cáncer testicular afecta a jóvenes*

Leonardo Bastida Aguilar
México DF, junio 15 de 2011.
El cáncer de testículo es una afección curable, siempre y cuando se detecte a tiempo. Sin embargo, los hombres no suelen estar al pendiente de la salud de esos órganos. A esto hay que sumar que los tumores no duelen, por lo que lo recomendable es hacerse un examen de autoexploración.
Una ligera pesadez en los testículos, casi inadvertida, pero constante, es síntoma de un posible cáncer en estos órganos. Sin embargo, en la mayoría de los casos pasa inadvertido por ser una molestia pasajera. Considerado hasta la década de los 90 como un padecimiento mortal, el cáncer de testículo es curable hoy en día, mas la única manera para poder detectarlo es acudir al médico en caso de percibir alguna anomalía en los testículos.
Algunos síntomas que pueden advertir la presencia de un cáncer en esta área del cuerpo son la irregularidad en la forma del testículo –similar a un huevo–, hinchazón o pesadez, crecimiento anormal o aumento de peso de uno de los testículos, la presencia de una pequeña protuberancia del tamaño de una semilla de consistencia dura, o bolsas de líquido o de sangre en el escroto.
Donasiano Flores López, especialista en cáncer de testículo del Hospital de Oncología del Centro Médico Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social, comentó a Letra S que el cáncer de testículo es un mal que afecta principalmente a hombres jóvenes de entre 15 y 30 años, con un repunte significativo en hombres mayores de 50 años.
En México, se reporta un caso de cáncer testicular por cada 100 mil habitantes, explicó Flores López, mas lo preocupante es que al ser un padecimiento común en jóvenes, éstos ven afectada su vida sexual y reproductiva.
Cifras proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud indican que esta enfermedad sólo se registra entre el 1 y 1.5 por ciento de los hombres del mundo, y que el 90 por ciento de los casos se produce en las células germinales de este órgano, es decir aquellas especializadas en la producción de gametos o células sexuales que permiten la formación de un nuevo individuo, ubicadas en las gónadas del aparato reproductor masculino.
De buen pronóstico
La detección temprana permite un mejor tratamiento, pero de acuerdo al también especialista en urología, en el país, sólo en uno de cada tres casos este tipo de cáncer es detectado en su fase inicial, lo cual no resta posibilidades de éxito en el tratamiento. Al respecto, el oncólogo indicó que actualmente se trata a los pacientes con quimioterapias sistémicas, las cuales utilizan medicamentos suministrados vía intravenosa o pastillas, que ingresan al cuerpo por el torrente sanguíneo y atacan a las células que se dividen con rapidez. En el caso de pacientes con una detección temprana del padecimiento, la probabilidad de éxito del tratamiento es de hasta un 98 por ciento, mientras que en pacientes en fase avanzada es de hasta 85 por ciento.
Otra alternativa, cada vez menos utilizada, es la cirugía de rescate, la cual consistente en la extirpación del testículo afectado. En la mayoría de los casos sólo uno de los dos testículos es afectado por el cáncer. Sin embargo, advierte Flores López, “la extirpación del órgano no significa la cura”.
Estudios efectuados por el IMSS en el Distrito federal, mostraron que el número de casos de cáncer de testículo se ha incrementado en un 30 por ciento en los últimos 10 años. La proyección de la investigación prevé que este porcentaje aumentará considerablemente. Al respecto, el también investigador indicó que el principal problema es que los jóvenes no tienen información y se acercan demasiado tarde a los servicios de salud, sólo acuden cuando esa área del cuerpo les duele porque es muy molesto, pero en la mayoría de los casos son infecciones de otro tipo como la orquitis –inflamación de los testículos– y no cáncer. “El cáncer solo provoca una ligera pesadez en los testículos”.
Algunos factores de riesgo para contraer este cáncer son un testículo no descendido, el desarrollo anormal de los testículos y antecedentes familiares de este cáncer, sobre todo del padre o hermano. Por tanto, el médico consideró que es necesario cambiar la educación de los mexicanos, ya que si a los niños no se les habla de este tipo de males desde una etapa temprana, jamás adquirirán la cultura de acudir al médico en caso de detectar alguna anomalía en su cuerpo.
Así, el médico oncólogo recalcó la importancia de que los hombres realicen autoexploraciones –es recomendable hacerlo de manera semanal– en esta zona del cuerpo, práctica que debería comenzar a realizarse a partir de los 11 o 12 años, ya que, “en la mayoría de los casos quienes detectan las irregularidades son sus parejas, y no ellos”.
Publicado en el número 179 del Suplemento Letra S del periódico La Jornada el jueves 2 de junio de 2011

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