Alrededor de 10 millones de personas viven con diabetes en México. La enfermedad es la principal causa de muerte y de discapacidad grave, pues a causa de sus complicaciones se reporta la mayor parte de amputaciones de extremidades, de pérdida de la visión e insuficiencia renal crónica.
El panorama del padecimiento es complejo, pues mientras por un lado la prevención, detección y control de la enfermedad es una de las acciones prioritarias del gobierno federal, más de 90 por ciento de los pacientes que están en tratamiento clínico no logra mantener niveles adecuados de glucosa en sangre. En tanto, por el lado del mercado farmacéutico destacan las compras que realizan los pacientes con su propio dinero.
Un análisis de la empresa consultora IMS Health dado a conocer ayer con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el 14 de noviembre, indica que el monto de las ventas de medicinas para el control de la alteración metabólica asciende a 5 mil 168 millones de pesos, sin contar lo que invierte el Sistema Nacional de Protección Social en Salud y su brazo operativo el Seguro Popular.
De ese dinero, 4 mil millones de pesos provienen del bolsillo de los pacientes; 918 millones representan la inversión del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y 286 millones del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
Las estimaciones de IMS Health señalan que una cantidad intermedia entre las dos instituciones de seguridad social es la que proviene del Seguro Popular.
Fernando del Río, director de la consultoría Latinoamérica Región Norte de la empresa, destacó que las ventas en el sector privado aumentaron 2007 y 2011, al pasar de 2 mil 906 millones de pesos, a 3 mil 965 millones, es decir, el gasto de bolsillo continúa en aumento.
Llamó la atención sobre el incremento que reportan los medicamentos orales, principalmente los innovadores, aquellos con capacidad de reactivar la función del organismo de reducir los niveles de azúcar y evitar efectos colaterales, como daño renal o hepático, entre otros.
Este grupo reporta el mayor incremento en ventas en el mercado privado, no así en el sector público, principalmente el IMSS que no adquiere ninguno de los nuevos productos, conocidos como inhibidores de la dipeptidil peptidasa (DPP-4), a pesar de que se venden desde hace cinco años y ofrecen beneficios evidentes a la salud de los pacientes.
De cualquier manera, este tipo de fármacos están en el foco de atención de los laboratorios farmacéuticos que siguen explorando nuevos mecanismos que incrementen la eficacia en el control de la diabetes. Es el caso de la alianza entre los laboratorios Boehringer Ingelheim y Eli Lilly para el desarrollo de cuatro compuestos para la diabetes, uno de los cuales se presentó ayer.
Ahí, Juan Rosas Guzmán, médico internista y endocrinólogo aseguró que más de 60 por ciento de las personas con diabetes también presentan algún grado de daño renal. IMS Health agregó con base en los resultados de la Encuesta Nacional de Salud 2006 que 70 por ciento de los pacientes también sufren hipertensión arterial y 40 por ciento también cursa con niveles elevados de colesterol.
Otro dato revelador de la situación de la enfermedad en México es que 80 por ciento de los casos se concentra en 15 estados de la República: Tamaulipas, Baja California, Colima, Veracruz, Jalisco, Distrito Federal, Durango, Nayarit, Coahuila, Sonora, estado de México, Nuevo León, Quintana Roo, San Luis Potosí y Chihuahua
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