Celebran en la Basílica de Guadalupe beatificación de monja mexicana
Carolina Gómez Mena
Periódico La Jornada
Domingo 22 de abril de 2012, p. 38
Domingo 22 de abril de 2012, p. 38
El cardenal Angelo Amato, prefecto vaticano de la Congregación para las Causas de los Santos, aseguró que los mexicanos
merecen superar todas las dificultades para vivir serenamente en la solidaridad y en la concordiay añadió que la visita de Benedicto XVI a México el mes pasado debe ser
una inyección de ánimo para un futuro de paz, de concordia y de bienestar.
Al encabezar ayer en la Basílica de Guadalupe la beatificación de la religiosa María Inés Teresa del Santísimo Sacramento, el enviado pontificio resaltó que
el Papa ama vuestra noble patria. A ella ha venido como peregrino para alentarles a ser firmes en la esperanza, y resaltó que
los mexicanos son un pueblo fuerte, que tiene valores y principios, que cree en la familia, en la libertad, en la justicia, en la democracia y en el amor a los demás.
En su homilía Amato hizo hincapié en que
ustedes son un pueblo joven, acogedor, creativo y religioso, y subrayó que la beatificación de María Inés Teresa del Santísimo Sacramento es también un
reconocimiento de la Iglesia a una mujer que ha encarnado ejemplarmente las mejores cualidades humanas y espirituales de su pueblo.
En la ceremonia, a la cual asistieron el cardenal Norberto Rivera Carrera, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Aguiar Retes, el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, y casi medio centenar de obispos, Amato destacó las virtudes de la religiosa que se convirtió ayer en la cuarta mexicana en ser elevada a los altares y enfilarse hacia la canonización.
Laicos, sacerdotes y monjas pertenecientes a las Hermanas Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento, una de las dos órdenes que fundó Manuela de Jesús Arias Espinosa (su verdadero nombre) en Cuernavaca, abarrotaron la Basílica, en donde se develó una gran fotografia de la religiosa, a quien la Iglesia católica le atribuye un milagro obrado en favor del niño Francisco Carrillo, actualmente de 12 años.
El prodigio por el que ayer fue beatificada habría ocurrido cuando Carrillo tenía un año y tres meses de edad y cayó a una alberca. El diagnóstico médico no daba esperanzas. Sus padres rezaron a la fundadora de las clarisas y el menor superó la crisis.
El obispo de Cuernavaca, Alfonso Cortés, agradeció al Papa haber
acogido la humilde suplica de mi diócesis de inscribir en el árbol de los beatos a la fundadora de las Misioneras Clarisas y de los Misioneros de Cristo.
Amato resaltó que en toda la Iglesia es
urgente la evangelización, no sólo para
los que no conocen el Evangelio, sino también como nueva propuesta de la palabra de Dios a los que la han olvidado y descuidado y llevan una existencia lejana de la verdad de Jesús y de los sacramentos.
Al resaltar el carisma misionero de la clarisas, sostuvo que el catolicismo
necesita misioneros, porque
los signos de los tiempos piden la promoción de una evangelización que sea un retorno a Cristo, al centro del cristianismo
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