Leonardo Bastida Aguilar
Mujeres en el Pabellón de Tranquilas Indigentes. 1920. Fototeca Nacional. INAH
“Epilépticos”, “asesinos”, “retrasados”, “desquiciados”, “suicidas”, “esquizofrénicos”, “alcohólicos”, “autistas”, “imbéciles” y “lesbianas”, entre otros, fueron algunos de los motes con los que se calificó a las personas que ingresaron al Manicomio General de La Castañeda entre 1910 y 1968.
Enfermo de erotismo, visible en sus ropas porque no podía controlar sus impulsos, con gustos de literatura y un amplio dominio del inglés y francés, es como se describe en uno de los expedientes del manicomio a una persona que fue ingresada por masturbarse.
Otro expediente refiere a una muchacha enamorada de hombres y mujeres “pero tuvo mayor preferencia por las mujeres” por lo que su familia decidió enviarla al hospital para enfermos mentales.
Construido con motivo del Centenario de la Independencia en 1910 e inaugurado por Porfirio Díaz el 1 de septiembre, este Manicomio, cuya localización estaba en las inmediaciones de Mixcoac, al sur de la Ciudad de México, fue considerado en su momento como un centro innovador en materia de atención.
Sin embargo, a la par, y tras el trabajo de varios periodistas que se lograron infiltrar en las instalaciones, se comenzaron a tejer historias negras que le dieron cierto toque de misticismo y un gran interés por parte de muchas personas. En sus últimos años, el Manicomio fue cuestionado por el trato del personal médico hacia los enfermos.
Algunos de los testimonios rescatados en La Castañeda. Imágenes de la Locura, señalan que los trabajadores quemaban con agua caliente a los enfermos en las bañeras del inmueble o que en otros casos los dejaban dormir en el piso, carecían de condiciones de higiene e incluso eran golpeados.
Más de 83 fotografías permiten observar parte de lo ocurrido en el día a día de este famoso recinto por albergar, no sólo a personas con trastornos mentales, sino también con gente que no padecía enfermedad alguna o todo aquello desagradable para la sociedad en general.
Con material fotográfico de la Fototeca Nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Archivo Manuel Ramos, colecciones particulares y archivos de la Secretaría de Salud, La Castañeda. Imágenes de la Locura, se exhibe en el Museo Archivo de la Fotografía, ubicado en calle Guatemala 34, Centro Histórico. Entrada libre.
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